martes, 17 de mayo de 2011

21 Berna


Las noches alpinas eran gélidas a pesar de encontrarnos en el cálido mes de Junio.

Dormíamos acurrucados, ateridos, tiritando en el interior del carromato, atenazados por el frío maldecíamos la hora en que decidimos tomar tan accidentada ruta.

Ansiábamos la luz del alba, su calor. Habíamos visto a lo lejos tropas protestantes, por supuesto nos mantuvimos distantes pero llegada la oscuridad tuvimos miedo de ser atacados y decidí montar guardia turnándome con Merlín, llegado su turno Merlín comenzó a recitar un sonetillo, en voz muy baja, lleno de pesar:

Negra noche, triste estampa.

Ansío sea calma y serena

Alejándome la pena

Que ya en esta hora me embarga.

Me lastima cruel la escarcha,

Consumido me congela

En la más sutil condena

De este frío que no marcha.

¿Será pesar? ¿Será fatiga?

Aunar calor yo intento

Pues hielo mi fuerza hostiga

Aun sumo algún aliento

Aguardando al alba amiga,

En un quedo pensamiento.

Fueron cinco noches terribles, pero al fin nos hallábamos a las puertas de Berna, la visón era ligeramente diferente con respecto a Milán, no estaban expuestos los ajusticiados, pero no faltaba la soldadesca que montaba guardia, más toscos y feroces si cabe.

Arrojaron todo el interior de nuestro carro a nuestros pies y tras convencerse de que no llevábamos nada de valor nos obligaron a empujones a recogerlo todo.

-Rápido, quitad toda esa basura de nuestra vista.

Recogimos nuestros escasos enseres y entramos en la ciudad, ya en el interior un niño de diez años escasos que había visto el atropello nos dijo:

-Tenéis mala suerte, eso solo lo hacen cuando están aburridos ¿podría ayudaros por un plato caliente?

Roxane sacó de entre sus ropas una manzana y se la dio al muchacho.

Éste lució una sonrisa radiante, llena de esperanza a pesar del penoso aspecto de su boca que mostraba estragos por la falta de higiene.

Merlín puso su mano sobre su cabeza en un gesto cariñoso y le dijo:

-Tengo una joya familiar que deseo trocar ¿podéis indicarnos el domicilio de algún cambista? Con el dinero compraremos alimentos y nos daremos un festín.

- Bien sabe Dios que ansío el alimento señor, pero los cambistas no son buena gente, no son fiables, me dan miedo, a un amigo mío le cortaron las orejas, son muy crueles.

-¡Por Dios! (Dijo Roxane abrazando a la criatura)

-No tengáis miedo, estoy acostumbrado a tratar con esos desalmados, llevo años trocando, además soy muy cauto (Merlín abrió su ropaje mostrando disimuladamente un enorme pistolón).

El muchacho abrió vivamente los ojos al ver el arma y dijo:

-Les llevaré hasta uno que está cerca de aquí, pero tenga cuidado.

Caminábamos por las estrechas calles de la gran urbe, y ante una casa especialmente lujosa se detuvo el niño señalándola y se ocultó tras las faldas de Roxane.

-Aguardadme en aquella esquina, entraré solo no deben veros conmigo al entrar.

Merlín entró en aquella estancia y según nos contó, el avaro le dio diez piezas de oro que nuestro amigo mordió para asegurarse, dos de ellas cedieron por lo hueco y no sin enojo las dobló por su mitad y se las arrojó en la mesa con gesto airado.

El cínico saco otras dos, que tras morderlas y sopesarlas convencieron al sabio amigo, al salir de la tienda le aguardamos ocultos en la esquina tal como nos indicó.

De inmediato supimos el porque de tal espera. Apenas salió del local, dos sujetos aparecieron por un lateral de la casa y casi a nuestra altura desenvainaron sus espadas.

Merlín esgrimió el pistolón con la diestra apoyándolo sobre su antebrazo izquierdo, en un claro dominio de dicho arma.

Uno de los rufianes arrojó su espada y extrajo otro pistolón de su cinto, antes de elevarlo para apuntar, sintió el frío acero de mi daga en el cuello amenazándolo.

Soltó el armatoste que al estar montado y preparado se disparó al golpear el suelo.

El otro indeseable huyó despavorido al oír el estampido, y yo le dije al que notaba mi daga:

-Apenas dejéis de sentir esta fría hoja, echad a correr con vuestro compinche.

Y así fue, visto y no visto. El niño aun temblaba y en un murmullo dijo:

-¿Vamos a comer?

No hay comentarios:

Publicar un comentario